Aunque el Cañón ofrece múltiples posibilidades de excursiones y rutas que nos pueden ocupar varias horas e incluso días, hay una visita ineludible en la primera toma de contacto con este singular espacio natural.
Se trata de un paseo muy sencillo y accesible para todo el mundo, recorriendo un tramo del río Lobos para llegar al auténtico corazón del Parque: la esplanada de la ermita de San Bartolomé.
La excursión se puede realizar en un máximo de un par de horas.
Y por otro lado, ninguna visita es completa sin disfrutar de la vista panorámica desde el Mirador de la Galiana, que en 2024 estrena una nueva pasarela de observación.
La zona a visitar
Para comenzar la visita es recomendable hacer una primera parada en la Casa del Parque en Ucero, el centro de visitantes para el Cañón del Río Lobos.
Además de ofrecer información actualizada sobre el estado del parque, el centro alberga en su planta superior una exposición interpretativa de los habitats, ecosistemas, flora y fauna de la zona.
La Casa del Parque, centro de visitantes
Continuando por la carretera SO-920 otros 1400 metros accedemos al Cañón por la entrada situada al pie de la cuesta de la Galiana, junto al puente sobre el río Lobos.
Ya desde la carretera vemos las impresionantes paredes del Cañón, muros de piedra caliza que se elevan en vertical hasta 100 metros, con formaciones rocosas muy llamativas y juegos de colores en la piedra.
Las altas paredes calizas del Cañón del Río Lobos en Cueva Fría
Un camino asfaltado nos permite avanzar en coche unos 2,5 km ya dentro del Cañón.
Existen tres zonas de aparcamiento. Nada más entrar en el Cañón, la zona de Fuente Engómez cuenta con bar y zonas de merendero.
Los otros dos aparcamientos se encuentran en el paraje de Cueva Fría (a 1,3 km), donde hay una caseta de información, y en Valdecea (a 2,5 km), donde hay una fuente de agua potable.
Aparcamiento de Valdecea
Desde Valdecea hay unos 1000 metros a pie hasta la explanada de la ermita, y para realizar este trayecto tenemos dos opciones: ir por la Senda del Río, o continuar por la pista forestal.
También podemos ir por un camino y volver por el otro, y así hacemos una pequeña ruta circular.
Puente peatonal sobre el río Lobos en Valdecea
El nuevo puente peatonal nos permite cruzar el río Lobos e incorporarnos a la Senda del Río.
Este bonito camino, apto para cualquier persona en razonable forma física y con un calzado adecuado, nos lleva por varias zonas de bosque de ribera hasta la ermita.
Senda del Río cerca de la ermita de San Bartolomé
Por el otro margen del río Lobos la pista forestal ofrece un camino igual de bonito a través de un pequeño pinar junto al río.
Es un agradable paseo por la naturaleza que se puede hacer incluso con sandalias y cochecitos de bebé.
Pinar cerca de la ermita de San Bartolomé
La estampa de la ermita en un paraje espectacular y rodeada de una naturaleza majestuosa hace fácil comprender la atracción que ha ejercido y ejerce en el imaginario popular.
Ciertamente se trata de un lugar mágico donde todo se une para crear un enclave de gran belleza plástica.
La ermita se encuentra situada sobre un meandro del río Lobos, con sus pozas llenas de nenúfares, ranas y libélulas, y bajo el abrigo de unos altos farallones de piedra anaranjada.
Entorno natural de la ermita de San Bartolomé
La ermita, de estilo románico, data del siglo XII. Destaca por su colección de canecillos con enigmáticas figuras labradas en la piedra, y su notable rosetón con estrella de cinco puntas, hoy adoptado como logotipo del parque natural.
La ermita se puede visitar, en un horario limitado (ver página anterior), y se abre el día de la romería de San Bartolomé (24 de agosto). En ocasiones también se celebran bodas aquí.
Rosetón románico de la ermita de San Bartolomé
Entre los nidos de buitres que pueblan estas paredes se abre una gran oquedad en la piedra caliza conocida como Cueva Grande.
El hecho de que se hayan hallado muestras de arte rupestre en su interior es indicativo de la atracción que ejerce este paraje sobre el ser humano desde antiguo.
Ermita de San Bartolomé desde la Cueva Grande
Junto a la ermita un pequeño camino permite subir al denominado "balconcillo" y a través de una ventana natural en la roca contemplar unas vistas panorámicas de esta zona del Cañón.
Detalle kárstico del Balconcillo
Antes de regresar al parking, si te apetece, merece la pena seguir andando unos minutillos por la Senda del Río Lobos para ver un paraje más.
Y a la vuelta de un par de curvas llegamos al llamado "Colmenar de los Frailes", una bonita pared de roca donde podemos ver unas viejas colmenas tradicionales colocadas en una repisa.
En este punto vamos a dar por acabada la visita básica, a falta de subir al Mirador de la Galiana, así que aquí daremos la vuelta y volveremos al coche.
Colmenar de los Frailes
No obstante, la Senda del Río continúa, y a lo largo de los próximos 5-6 kilómetros podemos disfrutar de una de las zonas más entrañables del parque, con bonitas pozas llenas de nenúfares y un ejército de ranas.
Si quieres saber más sobre la Senda del Río, ver la información en la página siguiente.
Senda del Río Lobos
De vuelta al coche es muy recomendable subir al Mirador de la Galiana. En 3 km subimos un precioso puerto de montaña y llegamos al mirador donde podemos disfrutar de una vista fantástica sobre las altas paredes de la parte baja del Cañón,...
Cañón del Río Lobos desde el Mirador de la Galiana
y por el otro lado sobre el pueblo y castillo de Ucero, y más allá donde la vega del río se abre hacia la inmensidad del paisaje soriano, con las montañas del Sistema Central al fondo.
Castillo de Ucero desde el Mirador de la Galiana
Buitre leonado en vuelo desde el Mirador de la Galiana